Buen día
para correr en bici, con 22º de temperatura a la salida.
Vengo
acompañado de la familia que hoy vienen a darme ánimos. Cuando llegamos a
Alborache ya hay mucha gente y los aparcamientos cercanos están ocupados, aun así
a la entrada de la piscina embuto el coche en un pequeño hueco junto a la
valla, que nos obliga a salir a todos por las puertas de la derecha.
En la
inscripción apenas encuentro cola y voy saludando a los habituales.
Unos minutos
antes de la salida, como un plátano, una magdalena y un poco de chocolate antes
de situarme en la parte trasera del grupo, aquí tranquilamente voy haciendo
estiramientos que van preparando los músculos para el esfuerzo y ponen el
corazón a bombear más deprisa.
La salida la
hago con precaución, mas adelante ya se ve alguna caída como en años
anteriores, a la parte derecha están esperando mis chicas que al pasar me
chocan la mano, casi de inmediato se abandona la población, esta parte del
pelotón esta bastante despejada, así que ya puedo apretar un poco. Aunque me
gusta salir de la parte trasera del grupo, en cuanto veo hueco intento ir
pasando a todas las bicis que puedo para situarme lo más adelante posible, habiendo
evitado los peligros de la cabeza del pelotón en la salida.
Gracias a
los estiramientos previos salgo desde un principio con fuerza y sin necesidad
de ir calentando sobre la marcha, de esta forma en los primeros kilómetros
puedo adelantar bastantes posiciones.
El trazado
de este año es nuevo y pronto se entra en terreno inédito que incluye muchas
trialeras, que pasan por sitios espectaculares incluyendo una cantera, también
se pasa por el cauce del rio en varias ocasiones, refrescándote primero y embarrándote
después.
En las
subidas difíciles no he tenido problemas para ir dando pedales sin poner pie en
tierra, mientras otros se iban quedando en la cuneta o subían andando, aun asi
alguno venia pasándome con cierta facilidad, no se si esto será por el peso
ligero que tienen algunas bicis o que yo me clavo un poco en este tipo de
subidas, ya que conforme avanza la carrera la gente que va mejor que tu, va
rodando muy por delante, también hay que decir que alguno de estos que empiezan
estas subidas a tope, los encuentras al final de los repechos parados y echando
las tripas. Pero me queda el consuelo de que en las bajadas, y arriesgando un
poquito, suelo ganar alguna posición de estas que pierdo en los repechos
fuertes.
Hoy he
aprovechado los tres avituallamientos, consumiendo mucha agua que voy cogiendo
al vuelo en cada uno de ellos, además no he tenido que consumir ningún gel ya
que no he tenido ningún desfallecimiento físico ni mental en todo el recorrido,
aun así el cuerpo se resiente de este terreno rompe piernas que tiene un perfil
lleno de picos.
La entrada
en meta ha sido muy emotiva, allí estaba la familia esperándome y aplaudiendo
mi llegada, ninguna recompensa mejor que el reconocimiento de los tuyos tras un
esfuerzo tan grande, gracias a ellas por aguantar mis manías relacionadas con
la bicicleta.
La
organización como siempre un 10, muy atentos en todos los aspectos, y un
agradecimiento muy especial a todos los compañeros que llegan detrás de mi, a
esos valientes que hacen grande mi posición en la clasificación general, y así
uno tras otro yo incluido, que quedando por detrás hacemos campeones a todos
los que van superando y entrando en meta por delante de esos “ULTIMOS” que sin
ellos nunca habría ganador, es imposible que todos ganemos, para que unos
queden delante otros tienen que quedar detrás.
Esta es la
cuarta participación consecutiva en esta marcha que es una de las
imprescindibles en el calendario, y que el año que viene espero repetir si las circunstancias
lo permiten.
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